domingo, 28 de octubre de 2007

2ª jornada: Casino Zaragoza - Índalo (5-6)

Después de la toma de contacto del pasado sábado con la liga, seguimos jugando, si así se le puede llamar.

Reunidos a las ¡tres! de la tarde o de la mañana (según habías comido o no) en el PDM La Salle Gran Vía, los Indalitos, conquistaban la mitad del campo para dar los primeros toques al balón.

Se tocó el pito el árbitro, y allí estaba nuestro capitán, Sergi, quien les dejó sacar. Posicionados en el campo, junto a él, Pablo, Javi, Álex y Chicho.

La primera ocasión del partido fue por parte del equipo visitante, trenzando una bonita jugada con paredes, la cual, empezó Sergio en el medio campo, metió al primer palo a Chicho y al segundo no pudo llegar Álex. En defensa, estábamos bastante bien, cubriendo los huecos, y dándole por culete a nuestro rival, sólo disparando desde fuera del área de puntos sin demasiada certeza.

Los indalitos no jugaban mal, bastante organizados, sin cometer muchos errores, hasta que de repente, cuando menos se lo esperaba el encuentro, recuperamos en mitad de campo por mediación de Álex, pase a David que se internaba por el centro y con la puntita de su zurda la cruzó al poste siniestro de la portería "a lo Urzaiz" viendo el cancerbero como se metía el esférico, sin poder hacer nada. Abre su cuenta goleadora y la ventaja. Estaba feliz.

Álex, como referencia en la media punta, tuvo muchas oportunidades que desbarató, siendo así que no tuvo suerte de cara a la portería, pero hizo muy bien la labor de engranaje. El empate, vino en una jugada aislada al igual que el segundo, con muchos toques seguidos del rival, que la sacan a la altura de doble penalti, y catapumchimpum, gol por la escuadra, llegándola a tocar nuestro "manoplas". Pidieron "death time". Nosotros teníamos en estos momentos gran parte de la posesión, disparábamos, llegabámos, tirando, pero no se metía ninguna, rechazando el portero muchas veces con su antebrazo. Mala suerte. Otra jugada de peligro, fue un travesaño a punto de meterse, por un chut lejano desde fuera del área de puntos. Llegamos a los primeros veinte minutos con una ligera desventaja en el marcador.

Salimos con ambición de lograr el empate, presionándoles; pero a los segundos de juego nos encajaron uno, sin quererlo ni beberlo. 3-1. Nos desanimamos un poco, pero sólo era el comienzo de algo que queríamos ganar, y más habiendo salido de nuestras casas a esas horas, y dejando el horno puesto como alguno que yo me sé.

Los nervios, le jugaron una mala pasada a Javi (que falló muchos pases), que entró duro en una jugada y le mostraron amarillla. Falta. Más tarde a David, le sacaron otra por cortar con la mano la trayectoria del balón, en el medio campo. Ante tanto revuelo, allí estaba Sergio para recibir desde la banda, encararse con un rival, escorarse hacia la izquierda y con esa misma pierna, dispara ante lo que el portero hace todo lo que puede con su antebrazo, sin poner remedio. Como dice el amigo Valeriano: y goooooollllll!!!!

Seguíamos presionando, ellos nerviosos, perdían muchos balones, que nosotros recuperábamos, como el de Diego, que la coge, para, arranca, para, arranca... con su jugada individual, y al final gol. No se le veía el pelo desde hace mucho, pero no ha perdido el olfato goleador, siendo este uno de los muchos que puede llegar a meter en la competición si sigue así.

Piden tiempo ante tal presión y no saber que hacer. Tal es así, que hablan para poner remedio a la situación, que Sergio aún le tenía ganas al rival, y gracias a una asistencia de David, se desmarca entre la defensa, estando en posición de "fuera de juego", sale el portero en su busca y por debajo de su cuerpo se cuela en dirección "gol", besando así la frente de Juanjo, por la apuesta hecha entre ambos. Significaba el 3-4 en el luminoso.

Siguen perdiendo balones, y Juanjo, roba uno en el lado derecho del centro del campo, se encara hacia un rival, le hace la bicicleta o "Juanjinha", se va hacia el lado izquierdo, solo contra el portero, define bien, colándosela por debajo de las piernas. Estaban desarmados ante la hecatombe que veían que se les podía venir encima. Los indalitos estaban imparables, y como Chicho, tenía envidia, por la banda izquierda se hizo una jugada individual, yéndose de uno y chutando un tiro cruzado, incapaz de atrapar el portero. Soberbio. Siendo los dos goles anteriores acompañados por la banda por la banda por Arturo, quien cuajó un buen partido. 3-6.

Javi, tuvo en sus botas, el séptimo y posible definitivo gol, en una jugada que desbarató y en la que se puso muy nervioso cuando se encaró contra el portero, haciéndose un lío con las piernas y atrapándola al final el cancerbero. Pidió el cambio al final, porque vio que no era su día.

Ante tal marcador, quedando dos o tres minutos para la conclusión, bajamos la guardia (algo que debíamos haber hecho antes ante tal resultado, al estilo italiano. Se mejorará). El partido estaba roto, desde hacía rato, no existiendo medio del campo, y sin cesar de una portería a otra. Y así fue, que en dos contragolpes de ellos, por nuestro estado de forma al final de un partido, y por las ansias de meter más goles, nos metieron dos, poniéndonoslos de corbata, y rubricando el 5-6 y definitivo marcador.